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| Pintura Gustave Courbet |
Se dice que la maldad acecha por todas partes en cualquier lugar del mundo. Os contaré una historia en este caso ficticia pero podría ser real. En un pueblo de aquellos que nunca quieres recordarlo, existía una mujer muy mala y perversa, disfrutaba con el sufrimiento de otras personas, jamás las podía ver felices. Porque las hacía sufrir de tal manera, con sus malas palabras o acciones que las acababa hundiendo aun más. Por donde pasaba dejaba huella su alma podrida, infesta y su corazón negro, era su estandarte. Un día vino al pueblo tan solo de paso, una joven con alma de niña, corazón puro, con una dulce voz. Al ver a esta mujer le dijo; - Buenos días buena mujer, ¿me puede indicar usted si voy bien para Toledo? – La mujer se la quedó mirando extrañada, con la cara siempre de enfada no contestó, ignorando aquella linda joven.
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| Pintura Julían Dupre |
Hay que decir también que está señora, había vivido siempre en el pueblo, sus antepasados también pero ahora sola, amargada y llena de odio, transitaba por el pueblo con el simple hecho de amargar la felicidad de otros. Había tenido gatos, pájaros y hasta perros, pero todos muertos, nadie podía convivir con ella pues hasta las macetas de plástico se morían a su lado, tremendo personaje, arisca con actitudes siempre negativas y sin una palabra amable para nadie. Así que los pocos vecinos que vivían en el pueblo le daban esquinazo cada vez que la veían, nadie quería hablar con ella, ni tan siquiera mirarle a la cara, pues les parecían una persona horrenda. Llena de perjuicios, de envidias, celosa, tenía todos los defectos que en este mundo puedan existir. La joven se la quedó mirando, ya que no contestó a su pregunta, así que siguió su camino sin emitir palabra alguna. Está claro que esta clase de persona hay que ignorarla, no vale la pena insistir y ser amable con ella, solo tiene un afán el de hacer daño a su prójimo.
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| Pintura François Millet |
La moraleja de esta historia es; planta maldad y cosecharás maldad, planta amor y cosecharás amor. Depende lo que plantes en la vida eso recogerás multiplicado por dos, la vida afortunadamente no se queda con nada de nadie poniendo a la gente con los años en el sitio que le corresponde. Personas así en mi caso no hacen daño, dan pena porque donde algún día tuvieron corazón, ahora tienen un gran vacío que hasta el amor se niega a entrar en él.
¿Y tú qué cosechas?
© 2016 Rosana Martí ®
(Todos los derechos reservados)
Me gustaría cosechar buenas amistades, pero ciertamente hay gente negativa y que su único interés parece ser amargar la vida a todos los que les rodean. Hay que vivir y dejar vivir, procurando dejar un buen recuerdo entre los que te conocieron.
ResponderEliminarBesos.
Como tu bien dices Rosana.
ResponderEliminarSe recoge lo que se siembra, procuro sembrar y compartir amor para que la cosecha sea abundante, hasta que el amor se extienda y llene la tierra.
Un abrazo.
Ambar
Alfred, Buenos días amigo!. De eso se trata de ir por la vida con naturalidad, siendo tú mismo y conocer a personas que llenen tu ser de cosas buenas.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y feliz día.
Mi querida Ambar, Buenos días preciosa!...Así es, tenemos que mirar el alma de las personas y ver la grandeza que hay en ellas, solo que a veces nos equivocamos y nos encontramos con lo contrario, uffff que solo dan malos rollos.
ResponderEliminarUn besote enorme y mi cariño.
Rosana, hoy nos dejas una historia para reflexionar...Todo lo que sembramos, cosechamos. Todo lo que damos, vuelve...La mejor manera de vivir es dar lo mejor de cada uno y tener paz en el interior...Dejar de lado la mente cuando nos trae pensamientos negativos y actuar de corazón. La vida es una lucha constante entre la razón y el sentimiento y debemos saber elegir siempre lo positivo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tu claridad y profundidad.
M.Jesús
Una triste historia, pero creo de esas hay muchas en la realidad, pero yo pienso que nadie quiere ser malo si es así es por algo, yo no sé lo que siembro, solo estoy de paso en esta vida y tampoco espero cosechar nada de los demás solo busco la paz de mi alma.
ResponderEliminarBesitos querida amiga que tengas un hermoso día siempre es grato leerte.
Querida Rosana , una historia ficticia pero que muy bien hubiera podido ser real porque estoy segura que en el mundo deben de haber muchas personas así que son amargadas e infelices y su única ambición es hacer daño a otras por pura envidia. Realmente es lamentable. A mi me causan una tremenda pena .Tu relato me ha llegado al corazón estimada Rosana . Y totalmente de acuerdo con tu moraleja , lo que se siembra en esta vida es la cosecha que se recoge. Y la vida es un inmenso regalo que hay que saber apreciar .Tengo una amiga de la infancia , pasando duros momentos , porque lamentablemente a pesar de ser joven tiene cáncer , pero es fuerte , valiente y nos esta demostrando a todas las amigas que estamos a su lado apoyándola que la vida es corta y que hay que saber apreciarla. En estos momentos ella tiene todo el amor y el apoyo de sus padres , familia y amigas de toda la vida , porque quien da amor y cariño en esta vida es lo que también recibe. Precioso relato Rosana me ha tocado mucho por tu hermosa sensibilidad amiga.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo y besos con mi cariño.
Ese tipo de gente cuanto más lejos mejor. La morralla hay que quitársela de encima. Los hay que vienen disfrazados de buenos y son exactamente así.
ResponderEliminarLo que no tengo tan claro es que uno recoge lo que siembra, Rosana, desgraciadamente la vida está llena de ejemplos contrarios. Lo que sí es cierto, es que si siembras bien, siempre recoges algún fruto, aunque sea uno y ese uno vale un mundo.
Besos
Me gusta la buena cosecha, pero para ello hay que sembrar bien, arando la tierra, sembrando y regando el fruto de la tierra. Todo eso requiere esfuerzo, buen esfuerzo, pero es tan lindo, sentarse y ver lo sembrado que crece y da fruto, que bien vale la pena el trabajo. En la convivencia sucede igual, debemos tolerar y amar, para ver el cariño como fruto.
ResponderEliminarmariarosa
Mi querida Mª Jesús, una reflexión para dar a entender que las personas somos personas que estamos de paso por la vida como todo el mundo. La vida es eso un toma y daca.
ResponderEliminarBesitos y mi cariño amiga, pasa un lindo día.
Mi preciosa Gladys, no somos ni mejores ni peores que nadie, para algunas personas, pero intentamos llevarnos bien con todo el mundo, es complicado lo sé, la historia en sí no es triste, porque desgraciadamente me he encontrado en la vida personas así, y seguro que muchos de nosotros también.
ResponderEliminarUn abrazo y mi cariño, pasa un bello día.
Mi querida R.Montblanc, ciertamente así es, una historia que contar algo que decir. Todos nacemos buenos con el corazón puro, la vida y las circunstancias te hacen cambiar y escoger el camino equivocado. Además todos tenemos nuestros defectos y errores, lo sanamente es aprender de ellos y seguir en la medida de lo posible mejores personas.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y mi cariño.
Hola Celia, siempre es un placer tenerte por aquí...(la alegría de la huerta)que falta hacen tus historias en los tiempos que corren, a mi me gustan mucho y lo mejor de todo me animan. Pues bien te diré que está historia me la ha inspirado un comentario inapropiado, que por supuesto eliminé, aunque lo tengo guardado podría publicarlo, pero la persona en si se regocija de mi dolor, eso no me duele ya no me duele, mi madre me duele pero ahí nadie llega, porque lo tengo bien cerradito con llave. Por desgracia existen personas llenas de maldad que disfrutan con el dolor ajeno, me gustaría enseñar su cara o saber quién es, pero sabes se escondió tras un perfil no disponible...¡Cobarde!. Pero me inspiro esta historia cosa que le agradezco. La vida es un bumerán tu lanza un objeto y ese objeto volverá a ti tarde o temprano, espero que de este modo hayas entendido mejor el significado de mi historia.
ResponderEliminarUn abrazo y mi cariño, pasa un simpático día y luego nos lo cuentas ¿vale? Ahí estaré guapa...
María Rosa, a todos nos gusta la buena cosecha, yo desde hace un tiempo soy selectiva con ciertas personas. Hay que procurar que dentro de lo malo siempre entre en tu alma un rayito de luz que nos guía a seguir felices, en paz y armonía por la vida.
ResponderEliminarUn abrazo lleno siempre de mi amistad, pasa un bonito día.
Hola, Rosana.
ResponderEliminarCreo en la ley del boomerang, que todo lo que se hace retorna sin compasión. Y si tienes razón que alguna vez tuvieron corazón, pero no es excusa para hacer infeliz la vida de otros. Causa y efecto, es la ley de la vida. Yo trato lo mejor que puedo en cosechar, es algo que aprendí de mi abuelo. Me gusto la entrada, muy reflexiva.
Saluditos.
He tratado varias veces de añadirte a mi lista y no me deja google.
Beso
jjejeje pues si se morían las plantas de plastico ya tenía que ser mala la pobre mujer. Digo pobre por que realmente la gente que vive asi deseando y haciendo el mal a la gente no son ricos de espiritu que es una de las coss que hacen que te quiera la gente.
ResponderEliminarBuen cuento y buena moraleja querida Rosana.
Cuidate besotesssssssssss
Yo tengo mis ratos, y mis épocas. Estoy en una época de amor; será que tengo a mi padre muy pachucho, y me he vuelto muy sentimental.
ResponderEliminarhttp://www.opticacalvo.com/
Como bien dices se recoge lo que se ha sembrado. Eso resulta así en todas y cada una de las facetas de la vida, da igual si se trata de amor, de trabajo, de relaciones personales e incluso de las relaciones con la naturaleza y con una misma...
ResponderEliminarLa verdad es que es para meditar sobre ello y, si algo tenemos que cambiar, cambiarlo cuanto antes.
Un beso.
Yessy, pues eso mismo efecto boomerang, es que soy muy española jajajajaja. Amiga no será que no te deja porque ya estoy en tu lista? Porque yo me veo ahí, si es al G+ ya estoy, si es a otra lista ya me dirás a cual.
ResponderEliminarBesitos preciosa.
Mis sabores compartidos...jejejeje os ha gustado las plantas de plástico ehh!! Cosechando estoy yo...como siempre en mi línea y que nadie me saque de ella eh!!
ResponderEliminarAbrazotes de corazón.
Ana guapísima, cuida mucho de tu papi, espero que se mejore un besazo para todos.
ResponderEliminarAbracitos con amor mucho además.
Mi querida Belén, efectivamente amiga así es. Me alegra mucho que te haya gustado. Siempre es un placer tenerte en mi espacio.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con mi cariño y amistad.
Para recoger hay que sembrar... Bonita historia, que por desgracia, también se da en la vida real. Personas así hay muchas en esta vida.Preciosa historia de la forma en que tú la has contado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mi querida Rosana, gracias por tu cariñoso comentario en mi blog, sé que es Dios quien tiene la última palabra, pero veo mi salud cada día más debilitada y escribí lo que sentía.
ResponderEliminarHay muchas personas malvadas, como la que nos describes, pero siempre les doy oportunidades de cambiar, no las alejo hasta que ellas se niegan a toda costa a ser humildes y reconocer que no quieren ni amar ni ser amadas.
Un gran abrazo
A mí, ese tipo de personas, me dan mucha lástima ¿qué pudo ocurrir en su vida para que su corazón se endureciese de esa manera? Muchas veces he pensado, que, a fuerza de sufrir, se han fabricado una coraza que sólo pretende huir de todos aquellos que le puedan causar más daño, ya no sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, a todos los juzga igual.
ResponderEliminarMi intención es otra, yo busco cariño y, para ello, hay que sembrarlo primero, cuanto más siembre, espero recoger una buena cosecha ¡lástima que a veces venga una granizada y lo estropee todo!
Cariños en el corazón.
kasioles
Margari, estoy de acuerdo contigo, hay que sembrar para luego recoger, no siempre se recoge lo sembrado, pero en fin hay que seguir intentando cosechar lo mejor que nos dejen y se pueda. Me alegra mucho que te haya gustado este corto relato.
ResponderEliminarUn abrazo guapa.
Mi querida Sor Cecilia, a veces pasamos por momentos delicados en nuestra vida, pero nunca jamás debemos en lo peor, todo llegará de momento hay que pensar en ponerse pronto bien, porque la ternura con la que nos hablas, nos comentas y hasta nos animas es inmensa. Sé que hay que sacar de una lo que se siente porque sino el alma se resiente de ese mal. Comentando el relato, es cierto que hay que darles oportunidad, pero son algunas tan negadas a todo que por no sufrir una misma yo personalmente las dejo pasar, porque veo que me estoy haciendo daño por ello y ellas tan campantes y felices.
ResponderEliminarCuídate mucho amiga mía, sabes que siempre te siento a mi lado y te llevo en mi recuerdo y corazón.
Te mando todo mi cariño envuelto en mi amistad.
Mi querida Kasioles, a mi también y aunque las he querido escuchar y ayudar no hay forma de que entren en razón, son unas negadas, yo las perdono pero vuelven a las andadas, haciendo daño. Hay que dejarlas que sigan su camino que por supuesto no este en el tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo amiga mía, con mi cariño y amistad.
Tu lo has dicho muy bien de lo que cosechas recogerás, si en tu interior solo hay oscuridad nada de bueno surgirá, sin embargo cuanta más luz hay en tu interior mejores facetas nacen al exterior.
ResponderEliminarBesos
Mi querida Ilesin, así es amiga...lamentablemente habrá un tiempo que estás personas estarán solas sin ninguna compañía, es triste pero si su actitud persiste no podrán hacer frente a una soledad anunciada.
ResponderEliminarUn abrazo infinito.
Muy buena la reflexion. Lamentablemente conozco gente asi. Que en vez de ver como mejorar ellos se ponen felices con el sufrimiento de los demas. Y si al otro les va bien desean que tropiecen.
ResponderEliminarY en cuando a lo que yo siembro la verdad no se. Eso lo sabran los demas el dia que les toque cosechar mis frutos. Veran si estan frescos o podridos jja.
Te mando un abrazo
EXCELENTE MENSAJE!!!
ResponderEliminarABRAZOS
Gustavo, me alegra te hay gustado. Como bien dices existen personas así, como bien digo...¿quién no se las ha encontrado alguna vez?. Hay que saber lo que se siembra amigo, lo que realmente te motiva la vida. Sobre todo cosas bonitas, no siempre se recoge todo pero algo seguro recogerás, espero que tu cosecha sea buena.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Reith, que gusto siempre tenerte a mi lado. Me alegra mucho que te haya gustado está reflexión.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo.